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jueves, 5 de mayo de 2011

El reconocimiento de conflicto armado en Colombia

La ley, que contempla también la restitución de tierras a campesinos desplazados por la violencia, fue presentada por el propio Santos ante el Congreso en septiembre pasado y solo le falta un debate, probablemente la semana próxima, para su aprobación definitiva.
Fuente:   EL UNIVERSAL
jueves 5 de mayo de 2011  
Bogotá.- La ley para la reparación de víctimas, uno de los principales proyectos del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, reconocerá la existencia de un conflicto armado en Colombia, lo que ha provocado una controversia y críticas de parte del ex mandatario Alvaro Uribe.

"Hace rato hay conflicto armado aquí en este país", aseveró Santos el miércoles en la noche, interrogado por periodistas sobre la veracidad de que el término sería incluido en la ley, indicó AFP.

La ley, que contempla también la restitución de tierras a campesinos desplazados por la violencia, fue presentada por el propio Santos ante el Congreso en septiembre pasado y solo le falta un debate, probablemente la semana próxima, para su aprobación definitiva.

Con la ley, el Estado colombiano pretende reconocer y reparar a las víctimas de la violencia de las guerrillas, los paramilitares y de la fuerza pública, desde 1985.

Para ello, el reconocimiento del conflicto armado fue acordado esta semana en una reunión del gobierno y las principales bancadas parlamentarias, indicaron congresistas.

"De no ser así, entrarían en la ley todas las víctimas de la delincuencia común y de las bandas criminales", explicó este jueves el senador Hernán Andrade, del Partido Conservador.

Pero la idea fue rechazada por el ex presidente Uribe, quien durante su gobierno (2002- 2010) negoció la desmovilización de los grupos paramilitares de extrema derecha y desarrolló la política "seguridad democrática", de combate frontal a las guerrillas izquierdistas.

"Seguridad democrática: hemos reparado víctimas sin reconocer a los terroristas. Seguridad democrática: terroristas no reúnen elementos para status de beligerancia, ¿por qué les abren la puertaâ", fueron algunos de los mensajes con los que reaccionó Uribe a través de la red social Twitter.

Pero el ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera, considerado como un cercano de Uribe, defendió este jueves la posición del gobierno de Santos y aseguró que la existencia de un conflicto armado en Colombia ya había sido adoptada en anteriores leyes en 2002 y 2006.

"Ni en 2002 ni en 2006 eso implicó ningún reconocimiento político a los terroristas ni de beligerancia. Si no lo implicó entonces, mucho menos ahora. Es por eso que el presidente Santos ha dicho que siempre ha habido conflicto armado en Colombia", dijo Rivera a la prensa.

"Solamente reconociendo que existe un conflicto armado interno es como se puede usar el marco jurídico del derecho internacional humanitario. Sin eso, estaríamos totalmente amarrados en el ámbito jurídico para por ejemplo realizar bombardeos" a la guerrilla, añadió el ministro.

Se calcula que la ley de reparación de víctimas cobijará a cerca de 4 millones de personas.

Con ella se consagrarán medidas de asistencia y ayuda humanitaria a las víctimas para que abarquen todas las formas de reparación, incluida la indemnización, la restitución de tierras, las garantías de no repetición y las medidas de satisfacción.

Además, se establecerán mecanismos judiciales para identificar y perseguir bienes y activos ocultos de los victimarios que deberán ir a un fondo de reparación.

Colombia sufre desde hace más de 45 años un conflicto armado que ha enfrentado al Estado, las guerrillas y los grupos paramilitares, y ha dejado cerca de 3 millones de personas desplazadas forzosamente.

En la actualidad siguen activas las guerrillas izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con unos 8.000 combatientes, y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), con unos 2.500.

Aunque las fuerzas paramilitares se desmovilizaron entre 2003 y 2006, organismos de derechos humanos han denunciado que muchos de sus mandos medios han integrado junto con narcotraficantes nuevas estructuras ilegales conocidas como bandas criminales.
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