Por: Prensa del Hospital
Universitario de Santander
Desde hace 26 años, el equipo
del Medical College The Wisconsin, se ha convertido en una esperanza para la
población vulnerable de nuestro departamento. Quienes padecen malformaciones
congénitas, secuelas de cáncer, malformaciones craneofaciales, labio fisurado,
paladar hendido, trauma de mano y secuelas de quemaduras, entre otros, receben la
ayuda de esta misión médica.
Y es que casos como el de
Andrea Carolina, quien veía muy lejana la posibilidad de encontrar un cirujano
que operara a su bebé, Carol Daniela, quien padece una malformación en sus
extremidades superiores, conocida como mano hendida o pinza de cangrejo,
demuestran que con este tipo de jornadas la esperanza empieza a renacer.
El caso de la pequeña Daniela,
de seis meses de edad, es tan solo uno de las decenas de historias que se
encuentran en la lista de cirugías realizadas por la Misión Médica de Milwaukee
(Wisconsin), quienes se encargaron de mejorar la calidad de vida de la pequeña,
a quien todavía le hacen falta varios procedimientos en sus pequeñas manos.
Esta misma satisfacción y
alegría la comparten don Jorge y doña Nubia, quienes también fueron favorecidos
con la maravillosa jornada quirúrgica que realiza la misión médica de MIlwaukee
en la E.S.E. Hospital Universitario de Santander. Ambos pacientes consideran
que no tienen cómo pagar a estos profesionales de la salud, quienes se han
quedado para siempre en su corazón.
QUIÉNES LA HACEN POSIBLE?
La Gobernación de Santander,
la Secretaría de Salud Departamental, la Empresa Social del Estado Hospital
Universitario de Santander y la Universidad Industrial de Santander, en asocio
con la Misión Médica Milwaukee (Wisconsin), se unen año tras año para hacer
realidad uno de los programas sociales más esperados por todos “La Jornada
Quirúrgica de Malformaciones Congénitas”, que durante dos semanas beneficia a
cientos de pacientes.
Este programa GRATUITO, que
tiene como objetivo brindar tratamiento integral a niños, jóvenes y adultos,
quienes presentan malformaciones congénitas: craneofaciales, de la mano, labio
fisurado y paladar hendido; secuelas de cáncer y quemaduras, o quienes
requieren reconstrucción de rostro, reconstrucción de senos, cirugía de mano y
oreja, entre otros, ha beneficiado durante sus 25 años de labores a cerca de
cinco mil pacientes.
“Para la realización de esta
jornada, el número de pacientes que atendieron el llamado de la Gobernación de
Santander y del Hospital, ascendió aproximadamente a mil personas, quienes
recibieron una consulta de valoración gratuita, y entre quienes se
preseleccionaron cerca de 500 casos”, informó el jefe de cirugía plástica de la
E.S.E. HUS, Carlos Enrique Ramírez Rivero, quien también es el coordinador por
Colombia de la Misión Médica, y el encargado para hacer el proceso de preselección
de los pacientes, así como el seguimiento a los intervenidos quirúrgicamente.
Pero sabe usted de dónde
vienen las malformaciones congénitas?
Pues bien, a través de
diferentes estudios se ha podido demostrar como posibles causas: antecedentes
familiares, ambientales y nutricionales. En la experiencia de nuestra
institución y según los expertos en el tema se ha demostrado que estas
patologías se presentan con mayor frecuencia en familias de condiciones
socio-económicas bajas.
La anterior situación ha hecho
que se organice la forma de brindar tratamientos integrales tratando de
proporcionar a estos pacientes una recuperación completa desde el punto de
vista funcional y estético y su reintegración social en igualdad de condiciones,
mejorando sustancialmente su calidad de vida.
Motivados por lo anterior y
teniendo en cuenta la razón de ser de la Misión Médica Milwaukee (Wisconsin),
en nuestra institución hospitalaria, esta atención durante la jornada se brinda
en forma gratuita.
LA MISIÓN MÉDICA WISCONSIN… EL
ORIGEN
Según el coordinador de la
Misión Médica por Colombia y jefe de cirugía plástica de la E.S.E. Hospital
Universitario de Santander, Carlos Enrique Ramírez Rivero, dijo: “hace 27 años
un grupo de cirujanos plásticos del estado de Wisconsin (Estados Unidos),
estaba buscando dónde efectuar una misión médica. Pensaron en algunos países de
África, Asia y Latinoamérica. No tenían ni idea de que existía una ciudad
llamada Bucaramanga. Lo curioso del caso es que con ellos trabajaba una
enfermera que, por medio de una amiga que residía en Chicago, se logró contacto
con la directora del ICBF de aquel entonces en Bucaramanga, quien es la esposa
de un cirujano pediatra de esta ciudad. El doctor Mauricio Duarte me contactó
planteándome la idea de efectuar aquí la misión. Yo les escribí una carta a los
norteamericanos diciéndoles que sí estaba interesado en colaborarles y que
cuáles eran las condiciones. A los tres meses recibí una misiva en la que los
médicos me anunciaban que en dos semanas vendrían a Colombia. Se les
reunió unos 200 pacientes y al año
siguiente a esa visita iniciaron las operaciones. Desde el comienzo ellos
asumieron los costos de su transporte, alojamiento, e incluso, traen lo
necesario para las operaciones, es decir, antibióticos, jabón quirúrgico,
suturas y equipos, entre otros”.
Es así como dejando a un lado
su temporada de vacaciones, un grupo de cirujanos plásticos, anestesiólogos,
enfermeras, instrumentadoras quirúrgicas, fisioterapeutas y estudiante de medicina
de los Estados Unidos, prefieren año tras año viajar con sus familias a
Bucaramanga para prestar sus servicios y conocimientos a personas de escasos
recursos que requieran con urgencia una cirugía plástica reconstructiva, en
lugar de tan solo pasear.
Pero, a qué se debe el éxito
de la Misión Médica?
En palabras del doctor Ramírez
Rivero, “el éxito de la misión se debe a la continuidad, la seriedad y la
calidez humana del equipo de profesionales que siempre han aportado su tiempo,
entrega, conocimiento y dedicación a esta misión. Otro aspecto importante es
que a los pacientes no se les abandona, es decir, se les continúa brindando los
controles postoperatorios y las intervenciones quirúrgicas necesarias hasta su
recuperación y rehabilitación”.
El jefe de cirugía plástica de
la E.S.E. HUS, también hizo énfasis en que “más que volumen de personas
operadas, nosotros a lo que le apostamos es a la calidad y al mejoramiento de
las condiciones de vida de los pacientes”.
Desde luego, el apoyo decidido
e incondicional de la Gobernación de Santander, así como del personal
administrativo, de quirófano y de la Oficina Asesora de Desarrollo
Institucional de la E.S.E. HUS, ha sido fundamental para el éxito de estas
jornadas de cirugías plásticas reconstructivas que año tras año han beneficiado
a tantas personas de Santander.
Sonia Dumit Minkal … una mujer
cuyo talento lo dedica a la Misión Médica
Sonia, colombiana y enfermera
de la Universidad Javeriana, quien además es fisioterapeuta y estudió medicina
en México, es una de las gestoras de este gran proyecto que desde hace 27 años
ha traído sonrisas a niños y adultos, quienes vuelven a tener esperanza en una mejor calidad de vida.
Ella, es la coordinadora de la Misión Médica Wisconsin en Estados Unidos.
Su “adicción a la labor
social”, como ella misma la define, se inició con la Fundación del consultorio
del padre García Herreros en Bogotá. “En ese entonces hacía parte de un grupo
de estudiantes de la Universidad Javeriana, quienes además de construir viviendas
dignas prestábamos los servicios de salud a personas de escasos recursos. De
ahí esa inclinación por querer contribuir con el mejoramiento de la calidad de
vida de las personas menos favorecidas”.
Esta mujer de gran talento es
quien en palabras de sus compañeros y colegas se pone la camiseta por todos, ya
que ella es la encargada de solicitar las donaciones como medicamentos,
material quirúrgico, equipos e instrumental, entre otros elementos que se
requieren para llevar a cabo esta titánica labor de dos semanas.
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