Los municipios son: Betulia, San Vicente de Chucurí y Zapatoca
Las estufas vistas de dos perfiles |
La inversión hace parte de los
recursos provenientes del convenio suscrito entre ISAGEN y la CAS, en noviembre
del año pasado y cuyo objeto es la integración de esfuerzos de las partes para
el desarrollo del programa de mejoramiento de las condiciones ambientales de
las fuentes de agua para consumo humano que presentan problemas de
deforestación y erosión, en la cuenca del río Sogamoso.
La ingeniera Forestal y
asesora de dirección de la CAS, Lilian Astrith Chaparro Granados, aseguró que
este proyecto beneficiará específicamente a las veredas de Chimita, El Centro y
Sogamoso de Betulia; vereda el Chanchón en San Vicente de Chucurí y a las
veredas San Javier, Bellavista y Alto de las Águilas de Zapatoca.
En estos municipios las
encuestas estructuradas y semiestructuradas, realizadas durante la fase de diagnóstico
por la CAS, demostraron que existe un uso generalizado de estufas fabricadas
artesanalmente, con fogones de piedra, parrillas y ballestas de carros,
elementos que ocasionan un mal estado de funcionamiento y mantenimiento de las
mismas.
Estas condiciones han
ocasionado efectos nocivos en la salud de la población del sector rural, en
cuanto al incremento de enfermedades como cataratas, presencia de monóxido en
la sangre de mujeres embarazadas, cáncer de pulmón, quemaduras y agua impura,
entre otros factores de riesgo.
Igualmente, se han detectado
dolencias oculares ocasionadas también por la exposición al humo y desnutrición
producida por la ingesta de alimentos que no están completamente cocidos y por
cocinar todos los alimentos en una sola olla.
Con este proyecto las familias
beneficiaras adquieren el compromiso de establecer bosques dendroenergéticos en
cada una de sus fincas, que proporcionen leña como combustible doméstico.
Según Chaparro Granados,
existe la necesidad de asegurar el abastecimiento sostenido de la leña mediante
la siembra de árboles orientados a propósitos energéticos que contribuyan a
reducir la presión existente en los
bosques naturales adyacentes en la región, ya que el uso indiscriminado de leña
está generando deforestación, contaminación del agua, erosión en el suelo y
perdida de fertilidad de este mismo.
La construcción de estas
estufas eficientes ayudará a mejorar la eficiencia térmica para la cocción de
los alimentos en las áreas rurales de los municipios, generando así un ahorro
significativo en el sumo de leña.
Asi mismo, el cultivo de
bosques dendroenergéticos con especies forestales propias de la región, que
tengan un alto contenido calórico y un acelerado rebrote, mantendrán no sólo el
continuo abastecimiento de leña, sino que también ayudarán a minimizar el
impacto ambiental en términos de emisiones atmosféricas de CO2.
Fuente: Oficina de Prensa de
la CAS - 3138045826