Cementerio de San José de Miranda |
Alirio Arenales, Párroco San José de Miranda |
Prácticamente podríamos decir que en
el municipio de San José de Miranda quedó prohibido morirse desde el pasado
7 de diciembre, cuando funcionarios de la Secretaría de salud de
Santander sellaron el cementerio municipal, teniendo en cuenta que no hay
disponibilidad de bóvedas para sepultar los cadáveres.
Según el Párroco de este Santuario,
Padre Alirio Arenales Ortiz, "el 7 de diciembre el funcionario de la
secretaría de salud de Santander, Jesús Hernando Parra Torres, procedió al SELLAMIENTO
TOTAL del cementerio, después de muchas visitas de revisión y de
control desde 2013, en las que se le venía diciendo al señor alcalde, o al
empleado que lo representaba, que tenían que empezar a construir bóvedas".
Agrega el padre Alirio que, "una
norma del año 2010 dice, palabras más, palabras menos, que "los muertos
son del Estado, las almas son de la Iglesia", luego, quien debe responder
por los muertos es el Estado, representado en el municipio por la Alcaldía,
entonces se le venía insistiendo en la construcción de las bóvedas que se
requerían, que según la Ley corresponde al 10% de los habitantes del municipio,
en este caso los requerimientos serían de unas 300 bóvedas, teniendo en cuenta
que su población es de aproximadamente 3.000 habitantes".
No obstante, el Párroco dice que,
"a comienzos de 2014 el alcalde mandó construir 20 bóvedas, pero estas
fueron ocupadas en menos de 15 días y a partir de entonces se hicieron nuevas
visitas a la alcaldía por parte de la Iglesia y de la Secretaría de Salud de
Santander para explicar la norma, pero lamentablemente no se hizo nada y como
consecuencia de esa negligencia salud departamental procedió al sellamiento
total del cementerio".
Recuerda el sacerdote que,
"antes del sellamiento se presentaron 3 emergencias, la primera para la
inhumación de un cadáver para el que no existía bóveda, por lo que fuimos al
cementerio con el funcionario de la secretaría de salud y un representante de
la alcaldía, con la fortuna que habían 3 bóvedas particulares o privadas, se
dio la orden y se dejó claro que es la alcaldía la que rige y norma todo lo del
cementerio, entonces dieron la orden que se podía hacer uso de estas bóvedas,
pero las tres se llenaron en menos de una semana".
La otra situación se presentó la
semana pasada con el fallecimiento de una persona, pero aunque ya se había
hecho pública esta situación a través de las eucaristías y otros actos
públicos, le informamos al señor de la funeraria que no se podía recibir, a
pesar que la familia llegó con la certeza que el entierro era en este
municipio. Esto generó una complicación de soberbia, en contra del Párroco y contra
la administración, en medio del dolor de la familia, por lo que tuve que
remitirlos a la alcaldía para que les dieran una solución y se dieran cuenta
que es una necesidad urgente. Por fortuna, se encontró una bóveda que cumplía
con las condiciones y se logró dar cristiana sepultura a esa persona".
El Padre advierte que, "en este
momento no hay donde sepultar a ningún mirandino, en caso que se presentara la
necesidad, por lo que habría que llevarlo a otro municipio de la región, o si
la familia lo prefiere, llevarlo a Bucaramanga para ser cremado, pero es la
alcaldía la que debe definir como arregla esta situación".
"Es muy triste tener que
decirlo, pero en la última visita que hicimos al cementerio con el funcionario
de la secretaría de salud y con la representante de la Alcaldía, la
representante de la Administración Municipal manifestó que,
"ellos ya habían terminado y ya no tenían nada que hacer", entonces
yo no veo una solución en este momento", relata el sacerdote.
"Lo que sí es seguro, es que esta
es una verdadera emergencia y según el funcionario de la secretaría de salud,
todos los gastos extras están a cargo de la alcaldía, mas no de los familiares
del difunto", asevera el Padre Alirio.
El Párroco de San José de Miranda
insiste una vez más, que, "en este momento el único que tiene que
responder por el espacio para sepultar a los difuntos, es al alcalde, según la
Resolución 5194 de 2010, del Ministerio de Salud, que en su parágrafo 41 dice
que, "cuando un cementerio de naturaleza pública o mixta no tenga
capacidad de inhumación, se considera saturado. Cuando falte el 10% de
ocupación temporal o total, la administración del cementerio debe informar a la
administración municipal respectiva, para que tome las medidas del caso, bien
sea optando por una posible ampliación o apertura de un nuevo cementerio o
cierre del servicio de nuevos cadáveres"; entonces, la norma es muy
clara. Lo que no entendemos es por qué existe esa negligencia, incluso luego de
la realización de 2 talleres para sepultureros y administradores de
cementerios".
"Yo considero que este es un
grito de alerta, no solo para San José de Miranda, sino para todos los
municipios, teniendo en cuenta que el funcionario de la secretaría de salud nos
ha dice que todos los cementerios de García Rovira están en las mismas
condiciones, a excepción del municipio de Enciso, por lo que los nuevos
alcaldes deben prestarle mucha atención a esta Ley y actúen de inmediato",
reveló el Padre. Por Carlos Alirio Meneses
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